CUADERNO DE BITÁCORA DEL ACUARIO DE ZARAGOZA #DÍA20

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CUADERNO DE BITÁCORA: #DÍA20

Hoy queremos hablaros de un mecanismo de defensa que poseen los animales (incluidos los humanos): la inmovilidad tónica.

La inmovilidad tónica es un reflejo que causa un estado temporal de inactividad en un animal, generalmente se encuentra asociado a una respuesta frente a un peligro o amenaza, se quedan como paralizados.

Este reflejo ocurre en una variedad de especies diferentes, aunque en donde mejor se encuentra descrito es en tiburones y rayas. Este estado de trance puede ocurrir naturalmente, como hemos dicho anteriormente ante una amenaza, aunque también se puede inducir en tiburones y rayas al girarlos y ponerlos con la parte dorsal hacia abajo, dejado la parte ventral hacia arriba.

Esta técnica es utilizada por los investigadores y cuidadores para manipular a este tipo de peces, de esta manera se reduce al mínimo la posibilidad de lesiones. Cuando el tiburón, la raya o como mostramos en este vídeo, el esturión, es girado sobre su parte dorsal, se cree que los desorienta, causando que ingresen en este estado de inmovilidad tónica. Los músculos del pez se relajan y su respiración se vuelve profunda y rítmica. Este estado de trance permite al investigador, cuidador, veterinario, etc., examinar al pez o incluso hacerle pruebas (ecografía, extracción de sangre, …), una vez finalizado el manejo, se vuelve a poner al animal en su posición normal y sale de este estado de trance.

En el caso de los tiburones generalmente ingresan a la inmovilidad tónica en menos de un minuto. Si no se les molesta, pueden permanecer así hasta 15 minutos. Hay evidencias que sugiere que las orcas usan la inmovilidad tónica para atacar a los tiburones.

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